Trabajo Social en Empresa
Llegó diciembre, y con este mes la última entrada de #ATSELblog. En esta ocasión Silvia Monge, trabajadora social jerezana, nos habla del trabajo social en empresa desde su experiencia como fundadora de Spiral Personal. Gabinete Social & Coach.Hace un breve repaso sobre antecedentes, beneficios para la empresa y la oportunidad que supone para el ejercicio libre del Trabajo Social.
Desde que iniciamos estas publicaciones periódicas (siempre el primer martes de cada mes) se han realizado 11 entradas sobre una gran diversidad de temas que ha visibilizado parte de las actividades que llevan a cabo nuestras personas socias en ejercicio libre desde sus empresas. En enero volveremos con una nueva entrada del blog para seguir mostrando una pequeña parte de las empresas de Trabajo Social que forman parte de ATSEL.
TRABAJO SOCIAL EN EMPRESA
En 2001, el Comité de Ministros de la Unión Europea emitía una recomendación a los países miembros, en la que se afirmaba que el Trabajo Social era una inversión en el bienestar futuro de Europa.
Ese mismo año, la Asociación Internacional de Escuelas de Trabajo Social y la Federación Internacional de Trabajadores Sociales definían: “La profesión del trabajo social promueve el cambio social, la resolución de problemas en las relaciones humanas y el empowerment y la liberación de personas para aumentar el bienestar”. Estas dos entidades presentaron la definición global del Trabajo Social, consensuada en Melbourne en julio de 2014:
El trabajo social es una profesión basada en la práctica y una disciplina académica que promueve el cambio y el desarrollo social, la cohesión social y el fortalecimiento y el empoderamiento de las personas.
El Trabajo Social se concibe como una disciplina científica que contribuye a incrementar el funcionamiento individual y social de las personas, a potenciar sus conocimientos y habilidades para alcanzar su bienestar social (De la fuente Robles). Precisamente, este enfoque del desarrollo del potencial de las personas, es fundamental, a nuestro entender, para ubicar el papel del Trabajo Social en la empresa.
ANTECEDENTES HISTÓRICOS
La década de los sesenta fue el período de mayor expansión del Trabajo Social en Empresa. Este fenómeno fue propiciado por el despegue económico y la insuficiente participación del Estado en Programas de Bienestar Social, prácticamente inexistentes. Coinciden en ese momento los llamados Planes de Desarrollo, que proporcionaban a las Empresas recursos a fondo perdido, o a un largo plazo de devolución y bajos intereses, destinados a Obras Sociales. De esta manera, las empresas eran las encargadas de desarrollar “Obras Sociales” con las que atender a las demandas de atención social de sus trabajadores.
Con la instauración de la democracia en España y la legalización de los sindicatos, la dinámica de relación empresa-trabajador experimentó un cambio sustancial. La aparición del movimiento sindical, tal como está en la actualidad, contribuyó a las transformaciones en el concepto de Trabajo Social de Empresa.
Los Comités de empresa, como órganos representativos de los trabajadores, centraron su atención en la política social de las empresas, considerando como área de su incumbencia todo lo relativo a lo social, demandando, en gran parte de los casos, una mayor participación en la elaboración y toma de decisiones en los programas de bienestar social.
La posterior participación del Estado como proveedor de servicios sociales y la transformación del mundo empresarial, relegó a los y las trabajadoras sociales al ámbito público y de las organizaciones no lucrativas. En el momento que se consolidó un servicio público que atendía a las necesidades de carácter educativo, sanitario y/o social, las empresas dejaron de prestar un servicio, que para ellas era secundario y prescindible (Méndez Ollero, Ortiz Valderrábanos y Pérez Lagares, 2012).
MOMENTO ACTUAL
En la historia del trabajo social de empresa, la profesión ha ido evolucionando, se ha ido adecuando a los continuos cambios que la sociedad ha ido manifestando. Lo que empezó siendo una profesión asistencialista basada en la beneficencia, se ha convertido en una profesión de desarrollo personal y empresarial, donde el bienestar social de las personas desde un enfoque integral (personal, familiar, laboral, social, etc.) se posiciona como nuestro eje central de actuación.
Siempre nos centramos en hablar del “capital humano” de las empresas, sin tener en cuenta, muchas veces, a las personas que hacen posible que estos proyectos empresariales alcancen sus objetivos y sean rentables económicamente.
El rol de los y las profesionales del trabajo social en la empresa privada va dirigido sobre todo al ámbito de los recursos humanos. En el momento actual, donde la excelencia es el objetivo de todas a las empresas, incorporarnos significa un salto cualitativo a la hora de atender y gestionar un servicio de intervención social para todos los trabajadores de una empresa, desde los puestos de dirección hasta la plantilla base.
ÁREAS DE INTERVENCIÓN
Áreas de intervención del trabajador/a social en las empresas: | |
– La atención individual,
– El asesoramiento familiar, – Los servicios de intervención de detección de acoso laboral y por razón de sexo y/o violencia de género, – Formación, campañas y talleres de sensibilización, – Información y orientación de becas, ayudas y prestaciones sociales, – La comunicación interna, – La conciliación personal y profesional, – La atención a la diversidad, – La eliminación de riesgos psicosociales, |
– La integración de personas en riesgo de exclusión,
– La mediación laboral, – Elaboración y ejecución de planes de igualdad, – Relación con la administración y el tercer sector, – Elaboración y evaluación de proyectos sociales, prestaciones, – La gestión del talento, – Desarrollo personal y empresarial, – Mejora de empleabilidad, – etc. |
La participación del trabajo social en la empresa enriquece el ejercicio de ésta, aportando su visión social y de cambio al equipo multidisciplinar, ayudando a conseguir una visión más cercana y horizontal, aportando solidez en la toma de decisiones y resultados.
El Trabajo Social en Empresa ha recuperado su protagonismo, impulsado principalmente por las nuevas tendencias de liderazgo y gestión de equipos de alto rendimiento. La relación que se establece entre las/os trabajadoras/es y los responsables o dueños/as de las empresas se basa en un concepto muy conocido por los trabajadores sociales, especializados en la mediación: Ganar-Ganar. A todo esto, se le suma el auge de la Responsabilidad Social Empresarial, vista como una oportunidad de “trasladar” la acción social al sector privado.
CONCLUSIONES Y APORTACIONES INNOVADORAS
El Trabajo Social continúa siendo un elemento importante en la política social de las empresas; no hay que olvidar que la empresa es un sistema social complejo, donde todos sus elementos deben de estar integrados y, por lo que respecta al elemento humano, tiene que proporcionarle la mayor cota de desarrollo profesional, de bienestar social y resultados.
El Trabajo Social en la empresa es, sin duda, un campo de intervención que necesita, al menos, de algunos elementos “potenciadores” que fomentarían una mayor presencia de profesionales del Trabajo Social. Por ello, y como instrumento final de reflexión, planteamos tres factores que, a nuestro juicio, deberían propiciar el camino ya iniciado por algunos/as trabajadores/as sociales:
- Necesidad urgente de actualizar el concepto de trabajo social en empresa e inclusive del ejercicio libre de la profesión.
- Especialización o introducción de competencias transversales, como el coaching empresarial, trabajo social en empresas y habilidades sociales del sector empresarial.
- Apuesta seria y contundente de los Colegios Profesionales de Trabajo Social, Universidades, Consejo General de trabajo social y cualquier otra entidad que represente nuestros intereses por el Trabajo Social en empresa & Ejercicio Libre de la Profesión.
En Spiral Personal. Gabinete Social & Coach, llevamos desde el 2012 poniendo nuestro humilde granito de arena y llevando a cabo el trabajo social en empresas, desde el orgullo y la convicción de apostar por una intervención social desde la excelencia y profesionalidad. Para que las empresas alcancen su máximo potencial deberían tener presente las palabras del filósofo Karl Marx: “Nada humano me es ajeno”.
Silvia Monge Mateos